El difícil momento que atraviesa el sector de
la telefonía móvil y el evidente retraso de la telefonía UMTS ha llevado al
Gobierno español a retrasar la puesta en marcha de los servicios 3G en nuestro
país.
En un gesto que muchos consideran una mano
tendida a las empresas de telefonía móvil, Anna Birulés ha decidido posponer la
entrada de la telefonía UMTS hasta junio de 2002. La nueva fecha (estaba
previsto que la telefonía de tercera generación fuese una realidad en España en
agosto de 2001), podría revisarse si el desarrollo de las redes y terminales no
se diese correctamente.
Junto a los nuevos plazos para UMTS, la
ministra de Ciencia y Tecnología ha decidido también la cancelación provisional
del concurso de dos nuevas licencias GSM, tecnología actualmente explotada por
Telefónica, Airtel y Amena, y que debía haberse convocado durante el primer
cuatrimestre de 2001.
La pequeña isla de
Man, situada entre Inglaterra e Irlanda y considerada como un paraíso fiscal,
será el primer país del mundo en el que se podrá disfrutar de la tecnología
UMTS, donde se lanzarán los primeros terminales en mayo.
La compañía local
que ofrece servicios de telecomunicaciones en la isla de Man Manx Telecom,
filial del grupo British Telecom, ha anunciado que a partir del próximo mes de
mayo lanazará al mercado los primeros terminales UMTS, aunque no se tratará de
una implantación masiva ya que solamente se distribuirán 200 unidades de la
marca NEC, a modo de prueba piloto que BT utilizará para extraer conclusiones y
depurar errores.
Desde los
organismos gubernamentales de la pequeña isla, ha visto en estas pruebas una
buena oportunidad para atraer las inversiones de diferentes compañías del
sector que puedan implantar allí sus oficinas.
Los medios de
comunicación han considerado esta actuación como un duro golpe a las superdesarrolladas
compañías de telecomunicaciones japonesas como NTT DoCoMo, que siempre han
destacado por su carácter innovador, a lo que se añade que recientemente la
japonesa anunció que no contaría con terminales UMTS hasta octubre de este año.
La buena noticia es que los servicios de
tercera generación de móvil -UMTS- van a despertar en España. La mala, que el
retraso acumulado va a pasar factura e impedirá al país recortar la ventaja que
le llevan la mayoría de las naciones europeas. Los datos sólo llegan hasta
2010, pero dejan claro que en ese momento no se habrá cerrado la brecha; ni
siquiera se estará cerca de ello.
Así lo reflejan las cifras contenidas en el
informe eEspaña 2006 de la Fundación France Télécom, que se presentará el
próximo día 12.
Aunque la tecnología de tercera generación
está todavía en su infancia en casi todos los países, España ya parte en
desventaja. La penetración a cierre de 2006 estará un 33% por debajo de la
media de Europa Occidental, según las estimaciones del informe, con los países
que han visto desarrollarse en sus mercados a un operador fuerte exclusivo de
UMTS en cabeza. Poco a poco, sin embargo, la tercera generación irá calando en
España, pero habrá que esperar a 2009 para que llegue a más de un tercio de la
población. Y es que, a pesar de los deseos de cambio tecnológico que expresan
las encuestas, los españoles se muestran bastante reacios a usar las
potencialidades de la banda ancha en el móvil. Un buen ejemplo de ello son las
cuotas de alta y conexión, esas que se abolieron hace ya años y que sólo paga
un porcentaje muy bajo de clientes en un número muy reducido de contratos. Pues
bien, según la tarta de distribución de ingresos de telefonía móvil de 2005,
los españoles pagaron más dinero a las operadoras por cuotas de alta que por
tráfico de datos -un tímido 2,2%-, excluyendo de éste, por supuesto, los
mensajes cortos. Los expertos siguen esperando la llegada de la ansiada killer
application, el servicio estrella que conseguirá adhesiones por millares a la
nueva tecnología celular.


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